SALUD MENTAL
La OMS la define la salud mental como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades».
Sin embargo, el concepto es mucho más amplio y complejo y está relacionado con el bienestar y desarrollo personal, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento de las enfermedades mentales.
En marzo se ha cumplido un año desde que el COVID-19 llegó a nuestras vidas, y cambió por completo nuestra forma vivir, de relacionarnos, de trabajar y hasta de priorizar, cambió de golpe nuestra forma de ver el mundo.
Tras decretarse el confinamiento comenzaron las primeras advertencias respecto a las consecuencias en nuestra salud mental. El miedo, la ansiedad y la preocupación aparecen cuando nos enfrentamos a la incertidumbre y en ese momento no había nada seguro: todo eran cambios.
Llegaron las fases de apertura y con ellas la posibilidad de salir al mundo pero también aumentaron las posibilidades de contraer el virus.
Luego aparecieron las primeras vacunas y vimos la luz al final del túnel, sin embargo el proceso sería largo, lleno de problemas y por si fuera poco aparecen las dudas acerca de la seguridad de algunas vacunas. Más incertidumbre, más cambios, más sobrecarga de información que se traduce en más ansiedad y sensación de pérdida de control.
Consecuencias
Un año de pandemia lleno de avances y retrocesos, con nuevos endurecimientos de medidas restrictivas para hace frente a las oleadas. ¿Desaparecerán todos estos continuos cambios una vez la población esté mayoritariamente vacunada? ¿Será nuestra salud mental nuestro principal problema a afrontar en lo que ya se conoce como la cuarta ola?
De momento seguimos con distanciamiento físico, trabajando desde el hogar, lidiando con el desempleo, la educación de los niños en el hogar y la falta de contacto físico con los seres queridos y amigos.
En este contexto pandémico toma fuerza el teletrabajo como solución para muchas empresas, pero no todo son ventajas. Estos son algunos de sus inconvenientes:
- Problemas para desconectar. Los horarios laborales se largan dejando poco espacio para la desconexión del trabajador y provocando estrés.
- El sedentarismo y las largas jornadas frente a una pantalla provocan problemas de espalda y visión.
- Aislamiento y empobrecimiento de las relaciones con los compañeros de trabajo.
- Menos implicación con el proyecto empresarial.
Tiempo está contigo
Desde tiempo no podemos acabar con esta situación de incertidumbre, pero sí podemos hacer que te sientas mejor en el trabajo.
¿Cómo? pues gracias a nuestra gran variedad de artículos para tu vestuario laboral. Calidad y confort que harán mucho más llevadero tu día a día en el trabajo.